¿Qué es el reconocimiento de la situación de dependencia?
Situación de dependencia se considera a la necesidad de atención por parte de otra persona o ayudas técnicas importantes para realizar las actividades básicas de la vida diaria.
Para que se reconozca la situación de dependencia, se deben cumplir unos requisitos mínimos, así como aportar la documentación requerida en la solicitud. Iniciado el trámite, se lleva a cabo una valoración por parte de un profesional sociosanitario, con formación específica en la aplicación del Baremo de Valoración de la Situación de Dependencia (BVD). Actualmente, en los Centros residenciales, esta valoración se realiza vía telemática. Se tiene en cuenta tanto los informes de salud y de entorno como las ayudas técnicas que precise el residente, en aspectos como el cuidado personal, movilidad esencial, orientación, comprensión y ejecución de tareas sencillas.
Grados de dependencia
Tras dicha valoración, se determina el grado de dependencia:
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Dependencia Moderada (Grado I)
Se considera dependencia moderada cuando la persona tiene limitada su autonomía y necesita apoyo limitado para realizar alguna de las actividades de la vida cotidiana, como asearse, comprar, etc.
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Dependencia Severa (Grado II)
Se considera dependencia moderada cuando la persona necesita apoyo para realizar actividades básicas de la vida cotidiana (más de dos veces al día), pero no necesita una apoyo permanente del cuidador.
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Gran dependencia (Grado III)
Se considera gran dependencia cuando la persona tiene pérdida total de la autonomía y necesita apoyo continuo del cuidador.
¿Qué prestaciones por dependencia se pueden solicitar?
De acuerdo con el resultado, se elabora un Programa Individual de Atención (PIA), que establece la modalidad de atención más adecuada. Pudiendo ser prestaciones económicas o servicios.
Las prestaciones económicas, cuyo objetivo es contribuir a la financiación del coste de un servicio o de los gastos derivados del cuidado de una persona en situación de dependencia.
Los servicios como centros residenciales, centros de día, ayuda a domicilio, teleasistencia, entre otros.
Una vez reconocida la situación de dependencia, pueden producirse cambios o variaciones en el estado de salud, del entorno o de la capacidad económica, por lo que existe la posibilidad de realizar una revisión y ajustarse a la nueva situación.
El reconocimiento de la situación de dependencia está regulado en la Ley 39/2006 de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia.
Desde el departamento de Trabajo social de Albertia Mirasierra, se lleva a cabo toda la gestión que este trámite requiere tanto en la solicitud, las revisiones como su mantenimiento.