La residencia Albertia Valle de la Oliva colabora con la Universidad Europea en un estudio sobre fuerza en personas mayores
El departamento de fisioterapia de la Residencia y Centro de Día Albertia Valle de la Oliva colabora con el departamento de fisioterapia de la Universidad Europea en un estudio sobre el “efecto del entrenamiento de fuerza en ancianos sobre la independencia y condición física, calidad de vida y biomarcadores de desórdenes asociados con el envejecimiento”.
El estudio está diseñado para averiguar el efecto de un programa de ejercicio físico de potenciación muscular sobre la capacidad física, el riesgo de caídas, la función cognitiva y la calidad de vida comparado con otro tipo de programa de ejercicio físico convencional de mantenimiento.
El programa de ejercicio físico de potenciación muscular, se trata de una periodización sucesiva de sesiones de ejercicio físico con el objetivo de mejorar la potencia muscular, la cual está asociada a mejoras en la capacidad física, aumento de fuerza, aumento de funcionalidad, menor riesgo de caídas, mejoras en la composición corporal y disminución de alteraciones metabólicas relacionadas con la enfermedad cardiovascular y la obesidad, todas ellas redundantes en la mejora de la salud global.
El programa de ejercicio físico convencional de mantenimiento, se caracteriza por ser de menor intensidad y por buscar mejoras en la movilidad articular y el mantenimiento de la masa muscular.
Todos los participantes serán sometidos a una evaluación inicial de diferentes parámetros.
Esta evaluación se repetirá al finalizar el mismo. La evaluación consiste en la realización de una serie de pruebas que permiten evaluar su funcionalidad como por ejemplo, levantarse de una silla y andar una derterminada distancia, o mantener el equilibrio, que el paciente realizará supervisado por un fisioterapeuta. Así mismo, se recogen medidas antropométricas y ecográficas musculares para medir estructuras importantes que pueden ser modificadas durante el programa de ejercicio. Todos los residentes rellenarán una serie de cuestionarios en los que se medirá la calidad de vida, la actividad física y la función cognitiva. También se medirá la fuerza de prensión que el paciente es capaz de desarrollar.
Durante doce semanas cada paciente recibirá el entrenamiento correspondiente al grupo al que ha sido asignado.
Por todo ello, el estudio lo que quiere conseguir es comparar ambos programas para conocer en qué medida uno y otro producen mejoras o no, y cuál está más justificado para la mejora de la salud de los adultos mayores.