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Protocolo y requisitos de ingreso en una residencia geriátrica

Si una persona mayor presenta un grado de dependencia elevado, las familias empiezan a valorar posibilidades asistenciales para superar el efecto de las limitaciones presentes. Esta búsqueda se centra en lograr que, a pesar de la edad, tener bienestar y calidad de vida sea posible. Entre todas las posibilidades existentes, las residencias de ancianos son una de las más conocidas y deseadas por todas las familias. Cuando llega ese momento en el que, después de haber comparado y mirado mucho, decidimos ingresar en una residencia para personas mayores, debemos pensar que algunas decisiones que se toman al principio deben ser estudiadas con detenimiento a fin de evitar que puedan surgir problemas. Aún a día de hoy hay muchas personas que piensan en las residencias geriátricas como asilos y consideran el ir a vivir a un centro como algo negativo.

Hay que intentar superar esas visiones anticuadas y centrarse en lo relevante: la gran mayoría de residencias de ahora no tienen nada que ver con las de hace unas décadas. Por ello, en el día de hoy se detallará el protocolo y requisitos de ingreso en una residencia.

Requisitos de ingreso en una residencia 

Los requisitos para entrar en una residencia de ancianos pública son diferentes para cada Comunidad Autónoma. Sin embargo, aunque la legislación de cada autonomía pueda variar, existe una serie de requisitos general para todo el país:

  • Estar empadronado o residir en la ciudad o municipio donde se encuentre la residencia.
  • Ser mayor de 65 años de edad.
  • En el caso de tener dependencia moderada o severa, el requisito es ser mayor de 60 años.
  • No haber sido sancionado con anterioridad en alguna otra plaza pública.
  • Haber sido designada como persona dependiente vía médica o social.

Tipos de residencias de ancianos

La titularidad de estos centros geriátricos es la principal categoría que se utiliza para clasificarlos. Se puede conocer más acerca de ello en el apartado sobre tipos de residencias de Wayalia.

Residencias privadas

Sin financiación pública, la totalidad del coste de la estancia debe ser asumido por los residentes (o familiares). El coste de las residencias privadas para mayores alcanza de media los 1.800€ mensuales en España.

Residencias públicas

Financiadas por las administraciones públicas (generalmente por las Comunidades Autónomas donde están ubicadas). Su coste se ve subvencionado por las instituciones públicas.

Residencias concertadas

Se trata de residencias gestionadas por empresas (como los centros de titularidad privada) pero que ofrecen plazas de concesión pública.

Protocolo en el momento del ingreso

Es importante conocer los requisitos a seguir para un correcto ingreso en cualquier tipo de centro, pues son momentos de cambio que se deben realizar con calma. 

El contrato asistencial de la residencia 

La ley fija la obligatoriedad de firmar un contrato de servicios cuando una persona entra a vivir en una residencia geriátrica, independientemente de si es pública o privada. Este contrato fija las obligaciones y derechos de ambas partes.

Debido a que el contrato suele ser un documento extenso y con mucha información, una opción es que antes del ingreso se lleve a casa y se lea con detenimiento. También es una buena idea que se anoten dudas que vayan apareciendo en relación al contrato y se consulten con el director de la residencia antes del ingreso. Si el contrato de ingreso en residencia geriátrica está bien redactado y se entiende, se ahorran muchas controversias futuras.

El Reglamento de Régimen Interior

A parte de leer bien el contrato asistencial de residencia, es necesario saber que existe otro documento importante llamado Reglamento de Régimen Interior del establecimiento residencial. En él aparecen por ejemplo los horarios de la residencia, las condiciones de admisión y bajas y las normas de convivencia, entre otras cosas.

Una vez firmado el contrato asistencial se considerará a nivel legal que se da nuestra conformidad con todo su contenido y también el del reglamento de régimen interior. Por este motivo, aunque sea algo pesado, es algo que vale la pena leer y preguntar.

Resolución de dudas

Se insiste en que no se debe tener miedo o vergüenza en preguntar todas las dudas que se tengan al director de la residencia. Ni tampoco hay que tener miedo a tratar o poner encima de la mesa las discrepancias. Esto en ocasiones puede ayudar a mejorar el funcionamiento del centro.

No se debe olvidar que cuando una persona ingresa, lo normal es que ingrese de forma permanente, con lo que será conveniente que el centro conozca todos sus gustos y preferencias para asegurar una estancia apacible. Por eso, invertir algo de tiempo, no estará nunca de más.

Cuando se contrate el servicio de una residencia para la tercera edad, una de las cosas más importante es la confianza, así que es interesante que se hable lo suficiente con aquella persona responsable (el director o directora, trabajador/a social…)