En los Apartamentos Senior Albertia Mirasierra se ha retomado el Taller de Magia, en el que los usuarios aprenden con el mago Agustín Leal.
¡Abracadabra, pata de cabra! La magia ha vuelto a los apartamentos Senior Albertia Mirasierra de la mano del mago Agustín Leal (que, además, fue alumno del gran mago Tamariz) para alegrar las mañanas de todos los residentes y demostrarles que, ¡todo es posible!
La magia, además de contener un componente lúdico muy interesante ayuda a multitud de capacidades, fomenta la atención y la concentración ya que hay que estar pendiente de todo tipo de factores, favorece habilidades numéricas, refresca la memoria. Es un complemento estupendo a terapias cognitivas.
A nivel lúdico, favorece los lazos sociales, ayuda a perder la vergüenza – en cuanto aprendas un truco querrás enseñárselo a todo el mundo-. También se incurre en la puesta en escena y la interpretación de los trucos delante del público. Periódicamente se realizan fiestas donde los residentes que quieres salen al escenario a interpretas sus trucos. Por otro lado, ayuda a gestionar la frustración a través de la repetición de trucos – que a veces salen bien y otras, no salen-. También favorece la imagen optimista de uno mismo en cuanto se comienza a coger un poco de habilidad con los juegos.
Se realizan juegos de cartas, como “los cuatro ases”, “el as de oros”, juegos con utensilios rutinarios (clips, pañuelos) todos con un componente de espectacularidad genial.
Los talleres de magia, al contrario de lo que se pueda pensar, no son meros espectáculos donde los participantes se dedican a observar de manera pasiva. Sino que, aprenden de forma activa a realizar trucos y descubrir sus tretas. Un antídoto completísimo contra la inactividad. Estos se celebran dos veces al mes en horario de mañana. Son muy frecuentados por los residentes de apartamentos y actualmente se está valorando la posibilidad de trasladarlos a la zona de residencia.
Es una experiencia de lo más gratificante y digno de probar, pero recordad, es importante decir siempre las palabras mágicas: ¡ABRACADABRA!
