Los alumnos de 1º de ESO del colegio Torrevilano y los mayores de la residencia Albertia Moratalaz disfrutaron de una mañana muy amena de actividades intergeneracionales.
Desde hace varios años, la residencia para mayores Albertia Moratalaz tiene firmado un acuerdo de colaboración con el colegio Torrevilano. Esta institución educativa está situada en el cercano barrio del Ensanche de Vallecas. Regularmente, los alumnos de la ESO visitan la residencia para realizar actividades intergeneracionales. También los mayores de Albertia Moratalaz visitan el colegio para, por ejemplo, presentar los cortos con los que participan en los Premios NICO.
En este mes de marzo, ha sido un grupo de alumnos de 1º de la ESO quienes, a través del programa de Voluntariado del colegio, han querido visitar a los mayores. De este modo, la mañana del sábado 25 de marzo, se dieron cita en la sala de terapia ocupacional mayores y pequeños. Los jóvenes prepararon diversas actividades para disfrute de los mayores. Ejercicio físico, juegos de lógica y juegos de mesa, entre otros. Según pasaba la mañana, se iba creando un ambiente especial. Gracias a ello, hubo varios espontáneos de ambos grupos que quisieron deleitar al resto con su arte. Así, Lola, residente de apartamentos, bailó y cantó flamenco. Lesly, alumna, nos bailó sevillanas. Y Abu, también alumno, nos impresionó con su gran voz cantando Fallin\’, popularizada por Alicia Keys.
El grupo ha prometido acudir de nuevo a visitar a los mayores el próximo mes, pasada ya la Semana Santa. Los mayores los esperan con los brazos abiertos.
El programa de Actividades Intergeneracionales se desarrolla en la residencia para mayores Albertia Moratalaz con gran éxito entre los residentes
El intercambio de experiencias es uno de los objetivos principales de este programa. Además, aporta múltiples beneficios a mayores y pequeños. A nivel cognitivo, en los mayores se potencian capacidades de atención y memoria, además de potenciar las habilidades sociales y la empatía. Se evidencian cambios positivos en el humor, con aumento de la autoestima y la motivación. También se produce disminución de síntomas depresivos y de aislamiento. Por otro lado, los niños crean una visión más positiva de las personas mayores y el envejecimiento. También ayuda al aprendizaje en valores y al respeto a los mayores. Además, promueve actitudes positivas como la tolerancia y la solidaridad.