Taller de cocina con recetas típicas españolas
En la residencia de Alagón, con motivo a la celebración de la Semana Santa, los residentes han realizado el postre típico de la temporada: torrijas.
El taller de cocina ofrece un espacio para la socialización, la autoexpresión y el sentido de logro
A través del taller de cocina los participantes experimentan un aumento en la autoestima y la satisfacción personal. Además también existen otro tipo de beneficios como el estímulo sensorial, la percepción de olores, colores y sabores, estimulando los sentidos.
La estimulación cognitiva que requiere el seguir una receta y realizar cálculos simples ayuda a mantener activas las funciones cognitivas y la memoria de los residentes. Por otro lado, el estimular la motricidad fina manipulando utensilios y realizando tareas como mezclar, batir y untar contribuyen al mantenimiento de la destreza manual y la coordinación ojo-mano.
Uno de los aspectos más relevantes de este taller para los residentes son los recuerdos, ya que evocar momentos felices de la infancia genera un sentido de conexión con el pasado y fomenta la conversación sobre experiencias compartidas.
Un taller de cocina para las personas mayores no solo proporciona una actividad divertida, sino que también ofrece una variedad de beneficios físicos, mentales y emocionales que contribuyen al bienestar general de los participantes.