El pasado 14 de febrero, celebraron el día de San Valentín en Albertia Las Palmeras de Azuqueca de Henares. La mañana estuvo cargada de sorpresas, juegos y muestras de cariño entre los presentes.
Como cada año, en Albertia Las Palmeras han celebrado el día de San Valentín, más popularmente conocido como el día de los enamorados. Pero bien es cierto, que, desde el centro, quisieron llegar más allá. Este es un día dedicado a todos: a los enamorados, a los amigos, al amor de las familias, de los compañeros de trabajo…
Unos días antes de la fecha, los residentes se encargaron de preparar todo lo necesario para la celebración. Por un lado, prepararon el material para los juegos, recortando corazones de diferentes tamaños, colores y materiales que después se utilizarían para los puzzles. También, recortaron los corazones y flechas de cupido para el juego de los relevos.
Este año, como novedad, prepararon los regalos sorpresa para todos los residentes. Una manualidad muy sencilla y económica, en la que, con rollos de papel higiénico, papel pinocho rojo, lazo dorado y caramelos, crearon unos caramelos gigantes, rellenos de ricos caramelos. Por otro lado, se renovaron los famosos corazones que empleamos para el famoso concurso del centro de buscar pareja entre los residentes y trabajadores. Corazones rojos y amarillos, con los números, eran las pistas que debían seguir para encontrar a la pareja.
Una vez llegó el día, se repartieron los corazones numerados dando las pautas al personal para encontrar a sus parejas entre los residentes. Como prueba, tenían que hacerse una fotografía con ellos. La mañana fue muy divertida, los residentes disfrutaron de los juegos, en los que compitieron los diferentes equipos, pero finalmente quedaron en empate. Justo antes de comer, se repartieron por todo el centro a los trabajadores las piruletas de corazón. Este año, un grupo de residentes, muy valientes, fue por todo el centro en busca de besos rojos de las trabajadoras. Uno de los residentes, Juan, llegó a la comida con la cara cubierta de bonitos besos. Al llegar al comedor, todos encontraron su caramelo gigante relleno y su dulce piruleta de corazón, muy típica de este día. Besos, abrazos, sonrisas y buenos momentos les acompañaron una vez más.