En la residencia Albertia Babilafuente se fomenta el desarrollo de la autoestima a través de un taller específico.
Podemos definir la autoestima como la valoración que tiene uno de sí mismo. En función de esta valoración más o menos positiva queda determinado nuestro comportamiento en el entorno social. Las personas con una alta apreciación afrontan las dificultades y los retos con mayor confianza.
El quererse a uno mismo es de gran ayuda a cualquier edad y situación, pero a medida que envejecemos se pierde esta autoconfianza, ya sea por soledad o por la situación de mayor dependencia funcional. Por ello, es importante fomentar el desarrollo de la autoestima de las personas mayores. Al llegar a la vejez es frecuente que muchas personas encuentren motivos para decaer su autoestima y bienestar, afectando de esa manera a su estado de salud. Las causas de una autoestima baja en personas mayores son de diferente índole. Los mayores, al ir perdiendo las capacidades físicas, una mayor falta de energía, ausencia de actividades de interés que hacían antes, pérdida de la funcionalidad y movilidad, les impide llevar el ritmo de vida que llevaban antes. Ya no se sienten tan útiles e importantes como antes al conseguir menos logros en su vida. Así van perdiendo la confianza en sí mismos, se sienten inseguros y poco valiosos. Además van mostrando sentimientos de soledad al ver que sus amigos fallecen, sus familiares ya no están cerca y suelen estar demasiado ocupados para prestarles atención. Comienzan a sentirse poco valorados y ser una molestia que no aporta al conjunto de la familia. Todo este cúmulo de situaciones desencadena en los mayores problemas en su estado de salud físico y mental.
Sean cuales sean los desencadenantes de una baja autoestima en las personas mayores es fundamental detectarlo a tiempo o evitarlo antes de que se produzca. De esta manera se facilita una calidad de vida notablemente mejor y se reduce el riesgo de padecimiento de procesos depresivos que les lleven al descuido, al desinterés por la vida y, en casos extremos, incluso a la muerte.
En Albertia Babilafuente se imparten talleres de autoestima donde se hace saber a los residentes que son personas de enorme valía a pesar de no tener las mismas capacidades de antes. Fomentamos su autonomía en la medida de lo posible con tareas en las que nos ayudan, haciéndoles saber que son necesarios y que son capaces de aportar algo de utilidad sintiéndose cómodos con sí mismos. De igual forma les pedimos consejos escuchándolos y valorando su opinión. Se promueve la práctica de ejercicio físico como rutina atractiva para el disfrute personal, al segregar endorfinas y conseguir un aumento instantáneo de sensación de bienestar.
A continuación presentamos algunos ejercicios específicos que se desarrollan en estos talleres para potenciar una alta autoestima:
- El Árbol de la Autoestima: es una técnica para potenciar una buena valoración positiva de sí mismo. Se le pide al residente que describa sus cualidades positivas en analogía con las raíces de un árbol. Esas raíces positivas darán sus frutos en el árbol (logros en la vida). Así se afianzan los conceptos desde una perspectiva de pensamientos positivos para enriquecer así su concepto que tienen de sí mismos.
- Técnica del espejo: los residentes se hablan a sí mismos frente al espejo, se hacen autoinstrucciones positivas para afianzar un buen concepto y una valoración positiva de sí mismos.