El envejecimiento activo, en contrapunto al envejecimiento patológico, resalta aspectos positivos y del desarrollo en el ciclo vital.
En las últimas décadas del siglo XX varios son los autores que complementaron el estudio de la vejez refiriéndose a un concepto que resalta aspectos positivos y de desarrollo. En esta corriente surgieron diferentes términos como envejecimiento óptimo, con éxito, activo, satisfactorio o saludable. Aunque cada uno de los términos incide en un aspecto, todos ellos hacen referencia a una baja probabilidad de enfermedad y discapacidad, junto a un alto funcionamiento cognitivo, capacidad física, funcional y compromiso activo con la vida.
Tomando la definición que aporta la OMS (2002), “el envejecimiento activo es el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen.” De esta definición, se extraen los tres pilares fundamentales del envejecimiento activo: participación, salud y seguridad. Aquí no sólo se contempla el envejecimiento desde la atención sanitaria, sino que se incorporan factores de áreas sociales, económicas y culturales que afectan al envejecimiento de las personas.
Pilares fundamentales: participación, salud y seguridad
El concepto de envejecimiento activo es de aplicación a personas y a grupos poblacionales. Desde el envejecimiento activo se desarrolla el bienestar físico, social y mental a lo largo del ciclo vital, mientras se participa en la comunidad de acuerdo a las necesidades, deseos y capacidades de cada persona, proporcionándole protección, seguridad y cuidados adecuados en el caso de necesitar apoyo. Con el fin de establecer qué criterios caracterizan el envejecimiento activo o exitoso de una persona, la OMS (2002) los enumera tal como se puede consultar en la figura 1.
Figura 1: determinantes del envejecimiento activo según la OMS (OMS, 2002)
Siguiendo esta línea, encontramos el modelo Multidimensional-Multinivel de envejecimiento activo de Fernández-Ballesteros. Éste se nutre de diversas teorías psicológicas y psicosociales del envejecimiento. Son la Teoría del Desarrollo de Erikson, la Teoría de la Actividad de Havighurst y Albrecht, la Teoría del Ciclo Vital de Neugarten, la Teoría del Aprendizaje Social de Bandura y la Teoría SOC de Baltes y Baltes. Así, defiende que el envejecimiento activo es el resultado de la interacción de la persona con su ambiente a lo largo del ciclo vital.
Los resultados obtenidos en estudios longitudinales sobre el envejecimiento activo (Fernández-Ballesteros et al., 2010; Teófilo, González, Díaz-Veiga y Rodríguez, 2011) ponen de manifiesto la amplia disparidad de las personas que envejecen exitosamente. También un gran número de predictores multidominio de envejecimiento exitoso, entre los cuales se encuentran variables psicológicas y motivacionales.
El envejecimiento activo debería considerarse un objetivo primordial social y político, que persiga la mejora de la autonomía, la salud y la productividad de las personas mayores mediante la proporción de apoyo en las áreas de sanidad, economía, educación, justicia y vivienda, entre otras, respaldando su participación en todos los aspectos de la vida comunitaria (OMS, 2002).
Actualmente, se señala que el 70% de los factores que inciden en la aceleración del proceso de envejecimiento de las personas son causa directa de los hábitos de vida y el medio ambiente. Tan solo el 30% se debe a factores genéticos. En esta línea, los estudios sobre envejecimiento activo señalan los estilos de vida como una de las variables predictoras más importantes del mismo (Limón y Ortega, 2011).
Referencias bibliográficas
Fernández-Ballesteros, R., Zamarrón, M., López, M., Molina, M., Díez, J., Montero, P., y Schettini, R. (2010). Envejecimiento con éxito: criterios y predictores. Psicothema, 22(4), 641-647.
Limón, M.R. y Ortega, M.C. (2011). Envejecimiento activo y mejora de la calidad de vida en adultos mayores. Revista de Psicología y Educación. 6, 225-238
Organización Mundial de la Salud (2002). Envejecimiento activo: un marco político. Revista Española de Geriatría y Gerontología. 37(S2):74-105. Recuperado de http://envejecimiento.csic.es/documentos/documentos/oms-envejecimiento-01.pdf
Teófilo, J., González, A.N., Díaz-Veiga, P. y Rodríguez, V. (2011). Estudio Longitudinal Envejecer en España: El proyecto ELES. Madrid: IMSERSO.