Celebración de las Candelas o Fiesta de la Luz
En la residencia Las Huertas, en Barbastro, el mes de febrero inició con una fiesta muy tradicional que desde siglos se ha celebrado en la zona del Somontano: la Fiesta de las Candelas o la Fiesta de la luz.
La celebración de esta fiesta tiene como objetivos:
- La interacción social con el exterior.
- Vivir las tradiciones arraigadas en nuestra ciudad.
- La espiritualidad como algo propio de la persona.
- La reminiscencia y la orientación temporal.
- La luz como forma de vida física y espiritual.
2 de febrero: Día de la Candelera
La celebración inició con la recolecta de velas entregadas a la residencia por parte del Ayuntamiento. A partir de ese momento, se les indicó a los residentes el día actual y se les informó que se celebraría la fiesta de las candelas. Mucha alegría y entusiasmo sintieron los usuarios al conocer la noticia.
Posteriormente, se repartieron las candelas, se encendieron las velas y se realizó la lectura del Evangelio de ese día.
Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
La vivencia espiritual de cada residente se reflejaba en sus rostros con una serenidad y una paz que mostraba lo que ellos vivían en ese momento.
Celebración culminó con reflexión sobre la importancia de la luz en el planeta
Después de la lectura hubo una pequeña explicación de lo que ello podía significar en cada residente y en sus vidas, como el AMOR DE DIOS hacia las personas se reflejaba en el envió a la tierra de su hijo Jesucristo: Luz que alumbra en muchos momentos de la vida.
Al final ellos mismos hicieron pequeñas reflexiones de la importancia de la luz en el planeta: ¿Qué ocurriría si se estuviese siempre en tinieblas o fuera todo oscuridad? Llevándolo en momentos puntuales a sus vidas; momentos en que no habían visto la luz para solucionar o gestionar momentos difíciles.
Todo concluyó con el soplo para apagar la vela de cada uno y cómo esa imagen de luz en sus vidas pudiera ser el recuerdo persistente en los momentos en que fuese necesario volver a sentir su calor.