Los Carnavales de este año trasladan a la época hippie a la Residencia para personas mayores Albertia Las Palmeras.
Como todos los años, en la residencia para personas mayores Albertia Las Palmeras, se celebra la fiesta del Carnaval. Es una actividad, que permite intervenir desde diferentes departamentos; no únicamente el día de la fiesta, si no semanas antes. Todos los años, escogen una temática en la que pueda participar el personal, familiares y residentes. Los disfraces para dicha festividad se elaboran en el taller de manualidades, junto con la terapeuta ocupacional del centro.
En esta ocasión, para la fiesta hippie, los residentes no pararon de elaborar los vestidos, chalecos, trenzas, coronas de flores, collares, etc… llenando el centro de alegría, flores y colores.
Siempre les gusta preparar diferentes cosas para las fiestas: música, juegos, concursos. Cierto es, que este año, se dejaron llevar y pasaron una tarde muy entretenida con baile, merienda y muchas sonrisas.
El equipo técnico, una vez más, se volcó en la fiesta, para acompañar a las personas mayores y compartir con ellos un momento de diversión y esparcimiento. Con sus mejores atuendos, les sorprendieron, rompiendo el silencio que había en el salón principal, a la espera. Entraron con alegría acompañados de la famosa música de Carnaval, carnaval. Con música de fondo, y entre baile y baile, el equipo, fue disfrazando a los residentes que quisieron. Pronto, muchos se arrancaron a bailar. El equipo animó la fiesta con canciones conocidas en las que estimulaban la participación de los residentes, que acompañaban con las palmas y cantando. La conga no podía faltar en una fiesta de carnaval, en la que se fueron uniendo los residentes más atrevidos.
Para finalizar, todos, disfrutaron de una rica merienda, para recuperar fuerzas tras el baile. El equipo, además, siguió por el resto del centro, visitando las demás estancias, llevando la música y alegría a los mayores que no pudieron acudir a la fiesta.
Un año más, con muy poquito, se consiguen grandes cosas, alegrándonos de ver esas grandes sonrisas y sorprender gratamente a los mayores.