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En las residencias de mayores y centros de día del grupo Albertia, sus profesionales prestan gran atención a la valoración, prevención y tratamiento de las UPP y heridas crónicas que, por patologías o procesos concretos, puedan sufrir nuestros residentes.

Las úlceras por presión (UPP) son las lesiones localizadas de la piel y/o el tejido subyacente a ella, generalmente ubicadas sobre una prominencia ósea. Es la consecuencia de la combinación de la presión, la isquemia y las fuerzas tangenciales o de cizallamiento. La excesiva presión sobre la piel provoca una isquemia o disminución del riego sanguíneo. Al no llegar oxígeno y nutrientes, la piel se necrosa y se produce una ulceración. La cicatrización de estas heridas supone un periodo muy prolongado de tiempo, ya que cicatriza por segunda intención, en un complejo proceso que elimina y reemplaza el tejido dañado.

Las zonas que más se afectan son:

  1. Región glútea (sacro, isquion y cadera)
  2. Talones
  3. Nuca y zona occipital
  4. Omóplatos
  5. Otras zonas: codos y punta de los dedos
  6. En decúbito lateral: orejas, rodillas, caderas

Para la valoración del riesgo, existen diversas escalas, como la Escala de Norton o la Escala de Braden. Éstas ayudan a los profesionales a clasificar las heridas y les permiten planificar cuidados individualizados según la variable alterada.

Elegir el sistema anti-UPP adecuado para cada caso es fundamental para prevenir con éxito la aparición de úlceras por presión.

Entre las medidas preventivas y de tratamiento utilizadas en las residencias de mayores, encontramos las Superficies Especiales para el Manejo de la Presión. Estos sistemas permiten minimizar la presión. Esto también ayuda en el proceso de cicatrización. El GNEAUPP (Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas Crónicas) clasifica las superficies para el manejo de la presión según el tipo de dispositivo en:

  • Sobrecolchón: se coloca encima del colchón estándar. Puede ser de aire, gel, viscoelástica, agua… dependiendo de las características del residente. Los más comúnmente utilizados son los sobrecolchones alternantes de aire. Se conectan a un compresor que a su vez está conectado a la corriente eléctrica. Este compresor realiza una alternancia, hinchando y deshinchando las diferentes celdas o tubos del colchón, cambiando así los puntos de presión sobre los que descansa el residente.
  • Colchón de reemplazo: sustituye al colchón estándar.
  • Cojín: son todos los dispositivos que se coloquen en la silla, sea cual sea su disposición. Producto imprescindible para personas con problemas de movilidad. Actualmente, el sistema más recomendado desde las residencias de mayores son los cojines antiescaras de viscoelástica de alta densidad, que se utilizan en el estadio de riesgo medio, en que la salud es más frágil en general. La mayoría de los pacientes geriátricos se encuentran este estado. El algunos casos concretos también recomendamos el uso de dispositivos estáticos de soporte de aire no motorizados.
  • Camas especiales: camas de alta especialización como camas rotatorias o camas fliudificadas.

Otros sistemas existentes, recomendados según cada caso concreto, pueden ser: botas y taloneras, cuñas posicionadoras en cama, cremas y lociones para protección de la piel, etc.

El grupo Albertia dispone de profesionales altamente cualificados en sus residencias de mayores, que asesoran y solventan las dudas de residentes y familiares.

Nuestro modelo de atención gira en torno a la Atención Centrada en la Persona. Por ello, nuestros profesionales tratan cada caso de manera individualizada, asesorando a residentes y familias sobre los sistemas más adecuados. Para cualquier consulta sobre estos sistemas, pueden ponerse en contacto con los departamentos de enfermería y rehabilitación de nuestras residencias de mayores, que les informarán gustosamente.