Los mayores institucionalizados y su incorporación a la comunidad: Un reto para lograr la inclusión y el bienestar
En la Residencia y Centro de Día Las Fuentes, de Zaragoza, se realizan actividades intergeneracionales y dentro de la comunidad cada vez que surge la ocasión. Así, en los últimos meses se recibió la visita de los alumnos de Primaria e Infantil del Colegio “Bajo Aragón Marianistas”, que acudieron al centro para celebrar la Navidad y cantar unos villancicos a los usuarios.
Del mismo modo, alumnos algo más más mayores, del Ciclo de Formación Profesional de la Fundación El Tranvía, han realizado diferentes actividades y visitas dentro del centro como un taller de cocina intercultural.
A ello, hay que añadir las diferentes salidas ocupacionales y sesiones de vermú que se organizan mensualmente y que tienen con propósito salir del centro, trabajar las habilidades sociales, promover su salud, su bienestar y mejorar el estado emocional de los usuarios.
A la hora de diseñar el tipo de actividades para trabajar en comunidad, se cuenta siempre con la ayuda de familiares y voluntarios, que siempre se muestran dispuestas a ayudar y hacer que el día a día de los usuarios sea mejor. A la hora de llevarlas a cabo, siempre se intenta:
- Respetar la individualidad: Cada persona tiene sus propias necesidades, intereses y capacidades. Es fundamental adaptar las actividades a sus características y preferencias.
- Fomentar la participación activa: Los usuarios deben ser protagonistas de las actividades y proyectos, no solo receptores de ayuda.
- Generar un ambiente positivo y acogedor: La comunicación clara, el respeto y la empatía son esenciales para crear un espacio donde éstas se sientan cómodas y valoradas.
Como se demuestra en cada actividad que se realiza con los usuarios fuera del Centro, o cada vez que se cuenta con la participación de otro colectivo en las actividades organizadas, los beneficios son múltiples.
- Mejora la calidad de vida de las personas mayores: La participación en actividades comunitarias reduce el aislamiento social, promueve la actividad física y mental, y fomenta el sentido de pertenencia.
- Fortalece las comunidades: La experiencia y sabiduría de las personas mayores son un activo invaluable para la comunidad. Su participación en proyectos y actividades enriquece el tejido social y genera un sentimiento de cohesión.
- Promueve la inclusión: El trabajo con mayores permite crear espacios intergeneracionales donde se comparten experiencias y conocimientos, combatiendo la discriminación por edad y fomentando la comprensión mutua.
El trabajo en la comunidad con mayores es una labor enriquecedora que beneficia tanto a las personas mayores como a la sociedad en su conjunto. Es un camino hacia la construcción de comunidades más inclusivas, solidarias y prósperas.
Bibliografía:
https://www.paho.org/es/temas/ciudades-comunidades-amigables-con-personas-mayores
https://amigosdelosmayores.org/es/haz-voluntariado