Rehabilitación en fractura de cadera
En las sesiones de tratamiento individual llevadas a cabo por el fisioterapeuta de la residencia Albertia Babilafuente, se realiza un programa de rehabilitación para aquellos usuarios que han sufrido una fractura de cadera, con el fin de recuperar la funcionalidad que tenían en el momento previo a la lesión.
¿En qué consiste una fractura de cadera?
Una fractura de cadera consiste en la fractura del extremo superior del hueso fémur. En función de la localización y gravedad de la fractura, se decide un tipo de tratamiento quirúrgico u otro. En muy raras ocasiones se opta por un tratamiento conservador, es decir, sin intervención quirúrgica. Los tratamientos quirúrgicos consisten principalmente en:
- Colocación de una prótesis parcial de cadera: se sustituyen algunos componentes dañados de la articulación por otros elaborados con elementos artificiales.
- Colocación de una osteosíntesis: se alinean los distintos fragmentos fracturados y se fijan con diferentes materiales para conseguir la consolidación de la fractura.
Según se opte por un tratamiento quirúrgico u otro, el protocolo rehabilitador obrará de una forma u otra. En el caso de las prótesis de cadera, se puede poner en pie al paciente a las 24 horas de la cirugía, mientras que para las osteosíntesis hay que ser más cauteloso.
El protocolo de Fisioterapia en Albertia Babilafuente para estos casos tiene los siguientes objetivos:
- Mantener y/o mejorar las amplitudes articulares de las articulaciones de la pierna operada.
- Mantener y/o mejorar el balance muscular de la musculatura de la pierna operada.
- Reducir el riesgo de formación de trombos y otras complicaciones como las úlceras.
- Preparar la pierna operada para iniciar y reeducar la marcha.
- Aliviar el dolor que presente el residente mediante técnicas antiálgicas.
En un primer momento se realiza una valoración de las capacidades físicas y del estado funcional del residente para poder enfocar el programa de ejercicios a sus necesidades individuales. El programa de ejercicios se centra principalmente en la musculatura de las piernas, pues con la lesión, la cirugía y el inmovilismo es la que más se ve afectada.
Se calcula el número de repeticiones que es capaz de realizar de cada ejercicio sin notar excesiva fatiga y se supervisa que los realiza correctamente varias veces al día. Conforme vaya progresando en sus sensaciones y percibamos mejoría en sus niveles de fuerza y fatiga, se va aumentando progresivamente el número de repeticiones y el tiempo de contracción y se va disminuyendo el tiempo de descanso entre repeticiones y entre series.
Algunos ejercicios que componen el protocolo son:
- Flexo-extensión de tobillo: con el residente tumbado o sentado, se pide que mueva los pies hacia su cabeza y en sentido contrario.
- Extensión de rodilla (1): en un primer momento, con el residente tumbado boca arriba, se le coloca una toalla enrollada detrás de la rodilla de la pierna lesionada y se pide que durante 5 segundos aplaste la toalla contra la camilla con su rodilla mientras que lleva los dedos del pie en dirección a su cabeza. Una vez transcurridos los 5 segundos, realiza un descanso de 10 segundos.
- Extensión de rodilla (2) y flexión de cadera: con el residente tumbado boca arriba y una almohada o cuña colocada debajo de las rodillas, se le pide que estire y levante la pierna lesionada durante 5 segundos mientras que lleva los dedos del pie en dirección a su cabeza. Una vez transcurridos los 5 segundos, realiza un descanso de 10 segundos.
- Extensión de rodilla (3): en fases más avanzadas, con el residente sentado en una silla o al borde de la cama, se pide que durante 5 segundos estire la rodilla lo máximo posible mientras que lleva los dedos del pie en dirección a su cabeza. Una vez transcurridos los 5 segundos, realiza un descanso de 10 segundos.
- Flexión de rodilla: con el residente tumbado boca arriba, se pide que arrastre el talón de la pierna lentamente sobre la camilla.
- Estimulación de la musculatura glútea: con el residente tumbado boca arriba, se le pide que imagine como si tuviera que sujetar un billete con las nalgas para que contraiga la musculatura glútea durante 5 segundos. Una vez transcurridos los 5 segundos, realiza un descanso de 10 segundos. Se coloca una almohada entre las piernas para que no se produzca ningún movimiento angular.
- Extensión de rodilla y cadera y fortalecimientos de la musculatura de los brazos: con el residente sentado y los brazos apoyados en los apoyabrazos, se pide que haga por levantarse, impulsándose con los brazos y levantando ligeramente las nalgas del asiento. Conforme vaya mejorando, se irá progresando hasta que se levante completamente.
Una vez domine todos estos ejercicios, se trabajará en la reeducación de las distintas actividades que componen su vida diaria, como caminar, levantarse, sentarse, tumbarse, ir al baño, entrar y salir de la ducha, subir y bajar escaleras.