En tiempos de alerta sanitaria. Reflexión sobre la pandemia del COVID19.
Por Elena, Trabajadora Social de la residencia para personas mayores Las Huertas, de Barbastro, gestionada por grupo Albertia
En estos tiempos en los que se ha dado una vuelta completa a nuestra forma de vida en las Residencias nos ha tocado si cabe la parte más difícil. Cosas que creíamos impensables se han vuelto cotidianas, así, hemos dejado de ver a las familias, a salir al jardín e incluso juntarnos con otros residentes…
Vuelven momentos de inestabilidad y antes de que pasara más tiempo queríamos dejar constancia de las maravillosas reacciones que hemos podido vivir desde nuestra querida residencia en Barbastro.
Me gustaría revivir el apoyo de los trabajador@s que desde el primer momento fueron un ejemplo de compromiso y sentido de la responsabilidad y se ofrecieron a hacer lo que fuera porque el virus no entrase, y que ha supuesto grandes renuncias en sus vidas, sus desvelos por no contagiar a nadie y las angustias esperando el resultado de cada prueba que se hacía a los casos “sospechosos”.
Nunca olvidaremos el apoyo que tuvimos del Ayuntamiento de Barbastro, un ejemplo de cómo deben reaccionar las administraciones, tanto a nivel humano (compartiendo nuestros desvelos día a día..) como a nivel de recursos, poniendo a nuestra disposición TODO lo que hiciera falta para que el impacto de las medidas tomadas fuera el mínimo.
Nuestros compañeros de Albertia que desde Madrid nos indicaban cómo actuar y nos avisaban de la tragedia que se estaba viviendo allí, pusieron a nuestra disposición todos los conocimientos, guías de actuación y los recursos para conseguir que pusiéramos a tiempo las medidas suficientes para que pudiéramos reaccionar a tiempo.
Barbastro también respondió sanitariamente por su Residencia Municipal.
Pusieron a disponibilidad del centro las pruebas casi inmediata y una comunicación diaria con el C. Salud, de una calidad humana y profesional, que se convirtió en otro apoyo más.
No podemos olvidar tampoco la cantidad de regalos de todo tipo que teníamos a diario de empresas de Barbastro que se volcaron para ofrecer lo que tenían y suponían un empujón de ánimo.
Las visitas de la Guardia Civil, la Policía Municipal, la UME que nos hacían sentir su apoyo y disponibilidad por si nos hiciera falta.
Una mención especial a todas las familias que peses a su dolor siguieron las indicaciones y renunciaron ver a sus seres más queridos y que nos ofrecían su ánimo y apoyo constantemente.
Sin alargar más este escrito y sin poder explicar lo que ha significado todos estos apoyos recordar que podemos estar orgullosos de la ciudad de Barbastro que sabe reaccionar cuidando de sus mayores cuando hace falta.
Finalmente y para terminar un pensamiento especial para todos aquellos centros de mayores que no han tenido tanta suerte y que tuvieron que hacer frente al virus de manera inesperada y muchas veces sin contar con tantos apoyos.