La residencia Albertia Mirasierra ha recibido test PCR para realizar a todos sus residentes.
Cualquier día de la semana se ha convertido en un día de tremenda efervescencia dentro de las residencias desde que comenzó el estado de alarma por COVID-19. El ir y venir de todo el personal, tratando de ofrecer las mejores atenciones a los residentes es la tónica general durante todos los días de la semana, siendo imposible diferenciar un lunes de un sábado o un festivo.
El domingo 11 de mayo de 2020, la residencia Albertia Mirasierra debió de sentir un alborozo parecido al que sintió Cristóbal Colón cuando avistó tierra por primera vez desde hace meses en su primigenia expedición a las Américas. Tras dos meses de periplo burocrático, el pasado domingo llegaron las pruebas PCR. Éstas se realizaron a todos los residentes, lo que hace que se pueda medir la situación epidemiológica real del centro.
La realización de pruebas PCR confiere la eficacia necesaria para seguir protocolos sólidos con el fin de garantizar la seguridad de todos los residentes. Además, se tornan como un requisito indispensable en el diseño de medidas internas de desescalada y alivio. Tras más de dos meses en situación de aislamiento, encontrar un resquicio de «nueva normalidad» es una máxima.
La prueba PCR como diagnóstico de COVID-19
La PCR (siglas en inglés de “reacción en cadena de la polimerasa”) es, hasta hora, la prueba más fiable para el diagnóstico del COVID-19. Ésta permite detectar un fragmento del material genético de un patógeno. Se realiza mediante una muestra respiratoria, lo que la convierte en una prueba indolora.
Tras recibir los resultados, desde la residencia Albertia Mirasierra se confía en poder iniciar medidas de alivio, volviendo a situaciones de cierta normalidad. Esto conllevaría el reinicio de terapias y actividades. También poder homenajear a todos los residentes que tan pacientemente están esperando en sus habitaciones a la espera de buenas noticias.
