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Los talleres de Psicomotricidad se realizan en la residencia Albertia Babilafuente con el fin de fomentar la autonomía e independencia en las Actividades de la Vida Diaria.

Dentro de la programación de Terapias No Farmacológicas de Albertia Babilafuente, se lleva a cabo el Taller Funcional en que trabajan específicamente la Motricidad Fina o Motricidad de la pinza. Esta tiene relación con la habilidad motriz de las manos y los dedos. En estos talleres se ejercita la movilidad de las manos centrada en tareas como el manejo de las cosas, orientada a la capacidad motora para la manipulación de los objetos, para la creación de nuevas figuras y formas, y el perfeccionamiento de la habilidad manual.

La motricidad fina se define como la coordinación del sistema musculo-esquelético que nos permite realizar pequeños movimientos con precisión. Estos movimientos son esenciales a la hora de realizar las actividades de la vida diaria. Como por ejemplo, a la hora de comer, abrocharse botones o subir cremalleras, atarse los cordones, ponerse el cinturón etc. Además estos movimientos también son necesarios para manipular objetos: agarrar/dejar, meter/sacar, lanzar, recortar, pintar, escribir y muchas otras acciones diversas. Actividades que al realizarlas por uno mismo otorgan independencia y autonomía.

Al trabajar la motricidad se actúa sobre cuatro ejes principales: motor, cognitivo, afectivo y social.

Como consecuencia del envejecimiento, la persona mayor inicia un deterioro cognitivo, físico, motriz y emocional. Este deterioro tiene un fuerte impacto en el desarrollo normal de su día a día, en sus capacidades funcionales y sensoriales, en su autoestima o en su interés por las relaciones sociales.

Algunas de las actividades que se realizan en los talleres de Motricidad Fina son: realización de puzles, uso de pinzas para alcanzar y colocar objetos según forma o color, colocación de pinzas. También discriminación de legumbres, realización de secuencias con pinchos de colores, coser diferentes secuencias con hilos de diverso grosor, coser botones, hacer collares de colores, etc.

Por otra parte, dentro de la Psicomotricidad geriátrica trabajamos actividades que conforman el Programa de intervención psicomotriz destacando la gimnasia, el baile, los juegos sensoriales, las manualidades, los ejercicios de relajación o los ejercicios cooperativos.

Gracias a la psicomotricidad se puede prevenir o reducir el impacto de enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson, el ictus, la depresión o las lesiones por fracturas.