La residencia Albertia Valle de la Oliva de Majadahonda mantiene un convenio con la Universidad Francisco de Vitoria (Pozuelo). Gracias a ello, sus alumnos acuden al centro a realizar prácticas sociales durante todo el curso académico.
La Universidad Francisco de Vitoria es una de las principales colaboradoras con la residencia Albertia Valle de la Oliva. El vínculo entre ambas entidades se inició con el proyecto de Responsabilidad Social que desarrolla dicha universidad. La UFV, en su búsqueda de una formación integral del universitario, parte de la premisa de que “la adquisición de un compromiso social, hoy como universitarios, mañana como profesionales de los distintos ámbitos laborales, es un pilar esencial de la formación personal y de lo que podríamos llamar una vida lograda”.
Las personas mayores son uno de los colectivos que requiere atención y sensibilización de cara a las nuevas generaciones. Es por ello que, desde la Universidad, han contado con nuestra residencia entre las más de 60 entidades destinatarias de este proyecto.
Cada año, un grupo de alumnos de la UFV acude semanalmente durante todo el curso académico a acompañar a los mayores.
Su labor es mejorar la calidad de vida de los mismos. A la vez, aprenden los jóvenes a empatizar y a sensibilizarse con la atención a los demás.
Este año nos acompañan 11 jóvenes: Andrea, Carmen, Christian, Gerardo, Gondar, Guillermo, Ignacio, Irene, Paula, Rodrigo y Valle. Cada uno de ellos tiene un futuro perfil profesional muy distante entre sí. Derecho, ADE, Marketing, Fisioterapia, Psicología, Educación Primaria, Gastronomía y Farmacia.
En la residencia Albertia Valle de la Oliva se organizan para colaborar en las actividades terapéuticas y de animación. De esta forma, van conociendo a los residentes. Con el pasar de las semanas, son los alumnos los que plantean diversas actividades para los mayores. Desde hacer un bingo, organizar un baile, juegos de cartas, juegos de preguntas… Y por supuesto, acompañarles, pasar tiempo con ellos, escucharles y hacerles sentir que para los jóvenes, los mayores siguen siendo importantes.
Una experiencia que marca tanto a los estudiantes como a nuestros residentes y usuarios del centro de día.