Bruno y la Payasa Tomasa visitan la residencia de mayores de Villaverde Plata y Castañar, gestionada por grupo Albertia.
Decía el humorista Charlie Chaplin que un día sin sonreír es un día perdido. Incluso en los peores momentos, ante las circunstancias más difíciles, una sonrisa puede ayudar a cambiar la forma de ver la realidad que nos rodea.
El pasado 31 de julio, Bruno y la Payasa Tomasa recorrieron la residencia para disfrute de todos. Con su ropa multicolor, una nariz roja y un sombrero, robaron las sonrisas a quienes más necesitan reír. En el Centro de Día, realizaron un espectáculo en el que participaron usuarios y trabajadores. Poco a poco, fue cobrando cada vez más color. Mayores y familiares estaban asombrados con la actuación. Para finalizar, realizaron una actividad de globoflexia. En ella, repartieron globos con diferentes formas a los participantes.
Los dos payasos han logrado levantar de su asiento y hacer sonreír a todos los residentes con la terapia del humor. Tanto la risoterapia como la figura del clown en el ámbito sanitario, es una manera de sacar el lado positivo de la vida y ayudar a enfrentarse a la enfermedad con una visión diferente.
Hacer reír es una de las mejores terapias no farmacológicas que existen en este país. No necesitas materiales ni gastar dinero. Basta con tener ganas, ilusión y querer disfrutar. La risa, dicen los especialistas, mejora la circulación de la sangre, aumenta la capacidad pulmonar, elimina toxinas y potencia el sistema inmunológico. A nivel psicológico, disminuye la depresión, el estrés y la angustia.
Con todo esto, Bruno y la Payasa Tomasa volverán sin duda a la residencia. Y así los mayores podrán disfrutar de un día lleno de color, risa y alegría, para poder seguir afrontando los problemas de otra manera.