Los mayores de la residencia Las Huertas disfrutaron de una tarde intergeneracional para dar la bienvenida al otoño.
El otoño ha llegado para los mayores de la residencia Las Huertas, gestionada por grupo Albertia. Por ello, quisieron recibirlo con caras nuevas e infantiles, alegres, risueñas e ilusionadas.
De este modo, algunos niños de un colegio cercano fueron invitados a pasar una tarde diferente con los mayores. Llegaron con sus mochilas cargas de ilusión y sorpresa. Algunos de ellos ya conocían en centro por la visita realizada en Navidad. Grata fue la sorpresa de los residentes cuando vieron a los niños esperándolos.
Las actividades realizadas esa tarde fueron diversas. Comenzaron rellenando un bizcocho casero, con ingredientes dulces y apetitosos. Después, no quedaba otra que disfrutarlo en la merienda, acompañado de bebidas que pronto desaparecieron. Todo fue compartido con ese querer pasarlo muy bien.
Más tarde fueron intercambiando aquellos juegos que desde pequeños, niños y mayores habían disfrutado. La niñez sea donde sea, siempre es inocencia. Por último, los niños quisieron compartir con los mayores sus manos. Menudas algunas y más crecidas otras. Las manos de los mayores, llenas de sabiduría y saber hacer.
Al finalizar la tarde, los residentes quisieron acompañar a los niños hasta la puerta, como agradecimiento de aquella jornada que todos, niños y residentes quieren volver a repetir. Petición unánime de todos ellos.