El viernes 28 de octubre se celebró en la residencia de mayores “Albertia Las Palmeras”, de Azuqueca de Henares, una gran fiesta de Halloween. No faltaron las telas de araña y los murciélagos, además de las chucherías, que tuvieron mucho éxito.
Halloween (“All hallow’s eve”), proviene del inglés antiguo, y significa “víspera de todos los santos. Se refiere a la noche del 31 de octubre, víspera del Día de Todos los Santos. Con el paso de los años, la celebración ha perdido su estricto sentido religioso, pasando a ser una noche de monstruos, brujas y fantasmas. Con la globalización, la fiesta se ha exportado a los países de habla no inglesa, en forma de fiestas de disfraces, recogida de caramelos, etc.
Previo al festejo, desde el departamentos de Terapia Ocupacional se planteó a los residentes la elaboración de un gran cartel que decorase la fiesta. También se elaboraron otras decoraciones y dulces variados. Así, los residentes trabajaron mediante tareas manipulativas, que mejoran destrezas y desarrollan la motricidad fina. Gracias a la capacidad de nuestras terapeutas para motivar a los residentes, se consiguió una participación máxima.
Con la actividad también se trabajó la orientación en las tres esferas (tiempo, espacio y persona). En este punto, destaca la capacidad de adaptación de los residentes a los cambios y las nuevas actividades. Pensemos que Halloween es una fiesta importada de difícil explicación.
Imaginemos lo que sucedería si nuestros vecinos americanos tuvieran que hacer una romería con la estatua de George Washington en andas por el rio Hudson… ahí queda
Sin embargo, no hay nada más español que celebrarlo todo. Las fiestas en la residencia son un momento ideal para potenciar la socialización de nuestros mayores. Gracias a todos los que participaron en la preparación y desarrollo de la fiesta.
Para el próximo año, además de realizar la fiesta de Halloween, ya hemos recibido una nueva propuesta. ¡¡Recitar el Don Juan Tenorio!!. Y como en la residencia de mayores “Albertia Las Palmeras” son muy receptivos, ya se han puesto manos a la obra para encontrar su doña Ines. Afortunadamente, ¡don Juanes tienen muchos!
