Terapia Ocupacional en centros geriátricos: Nuestra percepción como estudiantes de esta disciplina socio-sanitaria
Como alumnas de terapia ocupacional que están llevando a cabo sus prácticas en la residencia Las Fuentes, nos han dado la oportunidad de escribir unas líneas sobre nuestra experiencia con este colectivo.
La terapia ocupacional en centros geriátricos pretende que la persona mayor realice las actividades por sí misma o con el menor número posible de apoyos. El terapeuta valora la capacidad del anciano para la realización de las actividades cotidianas, la función cognitiva y la capacidad de adaptación al entorno y, de este modo, desarrollar un programa individual de tratamiento para cada usuario.
De esta manera conseguimos que aumente su independencia, se mantenga la salud, incremente su autoestima, su sentido de responsabilidad y la participación en tareas útiles para su persona o para los demás, mejorando así, su calidad de vida.
Este tratamiento no consta solo del enfoque del terapeuta ocupacional, sino de todos los profesionales del centro, como son el fisioterapeuta, la trabajadora social, la psicóloga, la médica, enfermeros, auxiliares y la técnica de animación sociocultural.
Los abordajes utilizados por el terapeuta ocupacional serán distintos en función de las necesidades, dificultades y los objetivos a alcanzar:
- Reeducación y entrenamiento en las AVD. A través de actividades de alcance en la sala de terapia ocupacional tratamos de conseguir mayor rango articular y de esta manera trabajamos el entrenamiento de la alimentación, llevar el tenedor a la boca.
- Entrenamiento en el uso de adaptaciones y ayudas técnicas, como sillas de ruedas o motorizadas.
- Rehabilitación física, como las movilizaciones pasivas, las sesiones de psicomotricidad y el trabajo con la motricidad fina de los usuarios. Además se realizan sesiones de gerontogimnasia donde trabajan la disociación, el esquema corporal, la lateralidad, coordinación y fuerza.
- Actividades de ocio (lúdico-terapéuticas), utilizando actividades significativas y con un objetivo para la persona. Estas actividades son muy variadas y dependen de los intereses de la persona y del análisis previo de la actividad realizado por el Terapeuta Ocupacional, para adecuar la misma a las necesidades de la persona. Como por ejemplo el día de música en la Residencia y Centro de Día Las Fuentes, las actividades con la Wii.
Estas actividades pueden parecer simplemente ocio, pero gracias a ellas trabajamos muchos aspectos físicos y cognitivos. Como por ejemplo con la Wii se trabaja la motricidad gruesa, la lateralidad o las relaciones sociales de los usuarios, mientras que con la música tratamos de que trabajen la reminiscencia o memoria a largo plazo a través de canciones de su época, recordando, de este modo, esos momentos y vivencias de su juventud.
En el tiempo que llevamos de prácticas en el centro, hemos podido comprobar cuáles son las funciones y en qué consiste el trabajo del terapeuta en un centro geriátrico, pero además hemos podido ver cómo trabaja y se coordina un equipo interdisciplinar.
Como profesionales socio-sanitarios que somos, debemos primero obtener una visión amplia del usuario con el que vamos a trabajar, conociendo cuáles son sus limitaciones, necesidades o habilidades, con el fin de compensar unas y potenciar otras, teniendo siempre en cuenta aquellas actividades, roles o aficiones que el usuario haya podido desempeñar a lo largo de su vida y que nos ayuden a alcanzar los objetivos que nos propongamos conseguir, y que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas con las que trabajamos.
Desde el primer día, nos llamó la atención el uso de materiales que podrían ser considerados como infantiles y las diferentes utilidades que se le puede dar a un material tan sencillo en apariencia. Pero al comprobar el uso que diariamente se hace de este, nuestra percepción es que, aunque podemos utilizar este material, cuando lo hacemos, no estamos jugando, si no, adecuando las actividades a las necesidades de los usuarios. Para ello, el análisis de la actividad nos demuestra que para realizar estas actividades se ponen en juego múltiples capacidades y habilidades tanto físicas como cognitivas, lo que puede ser de gran beneficio para los usuarios, haciéndoles recuperar o mantener éstas y mejorando con ello su calidad de vida y bienestar.
Nos quedan tan solo unas semanas en el centro disfrutando de la compañía de sus usuarios, esperamos poder disfrutar de ellas tanto como sea posible y seguir haciendo actividades con ellos que les hagan poner una sonrisa en la cara cada mañana.