Como todos los años, con la llegada de la primavera, preparamos nuestro pequeño huerto.
Salimos al Vivero y compramos los esquejes de tomate, acelga, lechuga, pimiento, judía, pepino, fresa y cebolla, que después plantamos en el jardín.
Cada día le dedicamos un ratito con cariño y atención, para después recoger nuestros frutos.